Aragón - Provincia de Huesca


San Ramón Nonato de Binacua
(Santa Cruz de la Serós, La Jacetania)
42º 32,900'N ; 0º 41,933'O      




La población de Binacua aparece documentada por primera vez el 16 de Agosto del año 1097, cuando el rey Pedro I de Aragón la donó al monasterio de Santa Cruz de la Serós .


La iglesia parroquial, dedicada a San Ramón Nonato, se encuentra en la entrada del pueblo, aunque un poco retirada. Fue edificada en el siglo XII, aunque en el siglo XVIII se realizaron diversas reformas que han alterado su fisonomía.

El templo fue concebido con una nave, rematada al este con un ábside semicircular.


Este estaba decorado según el estilo lombardo, con arcos ciegos y dos lesenas. Desgraciadamente, al parecer hace unos años un rayo impactó en la parte central del tambor absidal produciendo importantes desperfectos. A la hora de reconstruirlo, se optó por no rehacer los arcos ciegos de la parte afectada y por tanto sólo se conservan los de los lados norte y sur.


Tampoco ha llegado hasta nuestros días la ventana abocinada que se abría en la parte central y que estaba protegida por un sencillo guardapolvo.


Como ya hemos comentado, en el siglo XVIII se modificó la estructura del templo. Se derruyó parcialmente el muro sur para construir una capilla, comunicada con la nave mediante un gran arco. También se sustituyó la cubierta de madera por una bóveda de yeso.

También se construyó una torre de campanario en el ángulo sureste y un coro elevado a los pies de la nave. Bajo el coro, en una hornacina practicada en el muro norte, encontramos la pila bautismal.

La puerta original románica, por suerte, no fue eliminada durante esta reforma, pero desgraciadamente para el visitante, ha quedado oculta desde el exterior. Está formada por tres arquivoltas en gradación, protegidas por un guardapolvo ajedrezado. La arquivolta más exterior está decorada a base de bezantes, la central es de bocel, mientras que la interior es lisa. El arco central se apoya en dos columnas, que tienen los capiteles esculpidos, aunque su factura es muy burda. El del lado izquierdo se representan unas serpientes, mientras que en el del lado derecho vemos unas aves picoteando frutos, es decir a la izquierda el Mal ya la derecha el Bien.

Las arquivoltas rodean un tímpano esculpido. En él se han representado tres círculos. El central, de mayores dimensiones, tiene en su interior un crismón trinitario muy arcaico. En los círculos laterales se representaron a un grifo y un ciervo con la cabeza girada hacia el hombro.

En las enjutas superiores se esculpieron dos cabezas barbudas, mientras que en las inferiores encontramos grupos de tres bezantes.

No es un templo cómodo para el visitante. A pesar de encontrarse en un núcleo urbano de pequeñas dimensiones y suficientemente alejado de la carretera principal y por tanto lejos del "turismo", no puedes acercarte demasiado a la iglesia. Tanto el recinto que rodea el templo como el cementerio están cerrados a cal y canto, algo no muy habitual en la zona. Por lo tanto las fotografías se deben hacer desde muy lejos y poniendo la cámara encima del muro de piedra que la rodea. La vegetación y la distancia se encargan de hacer pasar desapercibidos los detalles del templo... Si a esto le sumamos que la portada, la verdadera joya del templo, está precedida de una especie de atrio, también cerrado... En fin, una verdadera lástima.